Cuando era pequeña vivía en un pueblo diferente al de ahora, viví allí hasta los once años.
Una de las mejores cosas que tenía vivir allí era la visita que recibía cada verano. Cada año sin falta llegaba una langosta a la que bautizamos como Gustavo. Era un bichito bonito y gracioso que pasaba las vacaciones en nuestro balcón.
Entonces llegó la hora de mudarse (pobre Gustavo, espero que su nueva familia lo trate bien). Y aquí, en mi nueva casa, también recibo visitas veraniegas, pero no tan agradables como las otras, esta vez se trata de una avispa reina. No se si ha sido desterrada de la colmena por una nueva reina y no encuentra otro sitio al que ir, o simplemente se está tomando unas vacaciones antes de dedicarse a sus quehaceres reales.
Me tiene aterrada! cada dos por tres me ven salir corriendo de la habitación, y pensareis, tía, cómprate una mosquitera! Pues la tengo, pero nunca me acuerdo de cerrarla. Con el miedo que me dan las avispas! incluso me invento que soy alérgica para justificar los numeritos que monto... Me tiene contenta...
Me he animado a escribir esto por que acabo de recibir la primera visita del verano.
[caption id="attachment_62" align="aligncenter" width="300" caption="Gustavo"][/caption]
[caption id="attachment_63" align="aligncenter" width="234" caption="La reina desterrada"][/caption]
Gustavo! te echo de menos!!
Yo adopté un cangrejo de la escaderia hace bastante y lo tuve en una mini pecera durante un mes. Le puse Sebastián (si la sirenita hizo bastante daño) y luego lo solté al Rio Mura.
ResponderEliminarGrande Sebastián!
uf, si cada día entrara en mi habitación una avispa, sería incapaz de dormir!
ResponderEliminarme molan mucho los dibujitos!